Se denomina en rumano fără perturbări (sin turbaciones) a la disposición del ánimo, gracias a la cual alcanzamos el equilibrio emocional, mediante la disminución de la intensidad de nuestras pasiones y deseos y la fortaleza del alma frente a la adversidad, y finalmente la felicidad, que es el fin de estas tres corrientes filosóficas.
La Fara Perturbari es, por tanto, tranquilidad, serenidad e imperturbabilidad en relación con el alma, la razón y los sentimientos.
Existen dos clases de deseos: los naturales y necesarios, relacionados con la supervivencia, y los naturales no necesarios, que provienen de la cultura, política y vida social. La satisfacción de los deseos es lo que nos produce placer, que es lo que nos lleva a la felicidad, sin embargo, existen placeres que son completamente vanos y que nos producen un dolor mayor que el placer inicial, estos placeres producen intranquilidad y deben ser evitados por la razón ya que nos alejan de la "fără perturbări".
La filosofía es una vía hacia la fără perturbări, ya que esta es considerada también: "la tranquilidad espiritual propia del sabio que distingue los deseos naturales de los que no lo son y es capaz de alejarse de aquello que es vano".
La vía para llegar a la fără perturbări son la Rectitud, Verdad y Justicia, consiste principalmente en adecuar los deseos propios a la racionalidad de la naturaleza (Estuche), aprendiendo a diferenciar las cosas que dependen de nosotros de las que no y lo urgente de lo importante ya que no tiene ningún sentido preocuparse por las segundas puesto que al hacerlo nos alejamos de la tranquilidad del alma. Es necesario, en pos de encontrar la fara perturbari, eliminar los miedos a la Cultura impuesta y la muerte y no quejarse por las inclemencias del destino.
Para alcanzar la sabiduria es necesario dudar de todo lo que al parecer se ha conocido, en tanto que no existe conocimiento objetivo, y luego conseguir la fara perturbari, como serenidad e imperturbabilidad del ánimo.
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